UNIVERSIDAD REGIONAL AUTONOMA
DE LO ANDES
DERECHO
TROYA JURADO WALTER DANIEL
TUTOR.AB SEBASTIAN
VALDIVIESO
ENSAYO.
LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE
ALTAMENTE EFECTIVA
No importa a cuántas personas usted supervise, hay una sola
persona a la cual puede cambiar: a usted mismo. La mejor inversión que puede
hacer, entonces, es en mejorarse a sí mismo desarrollando los hábitos que le
harán mejor persona y mejor gerente.
Si usted quiere cambiar cualquier situación, tiene que comportarse en forma
distinta. Pero para cambiar su comportamiento, debe antes modificar sus
paradigmas – su forma de interpretar el mundo.
“Los 7 hábitos” presentan una nueva forma para cambiar estos paradigmas, al
instaurar nuevos hábitos que le permitirán escapar de la inercia y encaminarse
hacia sus objetivos.
Los tres primeros hábitos tratan del auto-dominio. Es decir, están orientados a
lograr el crecimiento de la personalidad para obtener la independencia.
Los siguientes tres hábitos tratan de las relaciones con los demás – trabajo en
equipo, cooperación y comunicaciones; están orientados a lograr la
interdependencia.
Finalmente, el hábito siete, se refiere a la renovación continua que le llevará
a entender mejor los hábitos restantes.
LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE
ALTAMENTE EFECTIVA
INTRODUCCIÓN
El libro de “Los 7 hábitos de la
gente altamente eficaz” es realmente muy interesante, ya que sirven en
cualquier organización, ya sea tanto en una empresa como en la familia,.
Si una persona es capaz de
llevar estos hábitos en su vida cotidiana puede lograr importantes logros,
tanto en su vida personal, como en cualquier organización.
Y creo que como dice al
principio el libro, aunque es difícil romper con los paradigmas que ya tenemos
incorporados y nos cueste trabajo, también es muy bueno adoptar otras posturas
que nos hagan mejorar y sobre todo como dice el libro la importancia que tiene
el romper una paradigma radica en que se puede llegar a cambiar toda una
mentalidad como lo hizo Copérnico o Newton, incluso por ejemplo las mujeres que
adoptaron el movimiento feminista, que lograron realmente un cambio en la
mentalidad de toda una sociedad.
Este trabajo trata de explicar
de manera breve los siete hábitos de los que habla Covey y además la forma es
que los puedo aplicar específicamente a mi vida cotidiana
DESARROLLO
Los hábitos de la efectividad
personal y organizacional.
Primer habito: Sea proactivo.
Este hábito de efectividad
representa la posibilidad de asumir nuevos desafíos en un ambiente de libertad
individual y responsabilidad social de la persona humana. Este es el hábito de
la conciencia y conducta de responsabilidad, el que resulta determinante en
cada persona para comprender sus realizaciones y frustraciones, sus retos y sus
respuestas, sus ambiciones y sus logros.
Es muy importante entender que
entre los estímulos, procedentes del ambiente externo e interno, y las
respuestas, manifestadas en conductas observables o no, existe la libertad
interior de decidir. Esta es evidentemente una postura no determinista, tal
como el propio Viktor E. Frankl la señalara al considerarla la última de las
libertades humanas. Al hombre se le puede despojar de todo salvo la de elegir
sus valores de actitud frente a las circunstancias de su propia vida. Una
lección magistral de libertad interior de elegir la dio el propio Frankl a raíz
de su dolorosa experiencia durante sus años de confinamiento (1942 - 1945) en
cuatro campos de concentración nazi. Su extraordinario libro: Un psicólogo en
un campo de concentración (1946), publicado después con el título de: El hombre
en busca de sentido, siempre perdurará como uno de los más valiosos legados de
valor y esperanza humanas en las condiciones más difíciles de soportar para un
ser humano.
Algunos ejemplos ilustrativos
sobre lo que constituye el hábito de la responsabilidad, son los siguientes:
Valore positivamente la
proactividad porque su práctica cotidiana le significará también mayor libertad
personal.
Sienta, piense y actúe
reconociendo que su familia es su responsabilidad más importante.
Acepte nuevos retos que lo
desafíen a cuestionar y romper su precaria seguridad para desarrollarse cada
vez más.
Supere con decisión y valor las
barreras internas y externas que le impiden actuar en forma proactiva.
Anticípese al futuro diseñando
con creatividad y oportunidad acciones preventivas.
Actúe con suma responsabilidad
en su trabajo como un camino inteligente para progresar.
Reafirme día a día la
responsabilidad que tiene sobre su propia vida.
Segundo hábito: Empiece con
un fin en mente.
Este hábito de efectividad
refleja el liderazgo personal y satisface plenamente la necesidad de encontrar
un sentido a la propia existencia. Este es el hábito de la primera creación o
creación mental, el que resulta esencial en cada persona para comprender el
cumplimiento de su misión existencial.
Las observaciones y estudios
realizados acerca de la visión de futuro revelan que esta es en verdad
extraordinaria y, tal como lo considera Stephen R. Covey, el poder de una
visión de futuro es increíble. La literatura mundial abunda en casos que
demuestran la manera en que la visión de futuro posibilita el cumplimiento de
los propios objetivos. Viktor E. Frankl lo demostró personalmente, así como en
los casos de aquellos otros individuos enfrentados a situaciones límites en los
campos de concentración nazi. Benjamin Singer también comprobó el caso de niños
escolares que tenían una imagen de roles centrados en el futuro y su influencia
para su desarrollo. Andrew Campbell y Laura L. Nash estudiaron la influencia
del sentido de misión para el caso de las organizaciones y equipos. Por último,
Fred Polak estudió, para el caso de las civilizaciones, la influencia de la
visión colectiva de futuro.
Algunos ejemplos ilustrativos
sobre lo que es el hábito del liderazgo personal, son los siguientes:
Decida y actúe iluminándose con
su propia visión de futuro.
Dirija su vida previendo su
derrotero futuro.
Contraste sus decisiones y
acciones con su misión personal y realice los ajustes que correspondan.
Acepte que su vida tiene un
sentido . . . pero reconozca también que es usted quien tiene que descubrirlo.
Identifique los principios y
valores que orientan su propia vida.
Determine el sentido de su vida
y comprométase con el mismo.
Lidere su vida trazando el rumbo
que recorrerá hoy y mañana.
Tercer hábito: Establezca
primero lo primero.
Este hábito de efectividad
interpreta la idea de la administración personal, y su aplicación inteligente
posibilita que las personas puedan encontrar la diferencia entre lo importante
y lo urgente para ser más efectivas. Este es el hábito de la segunda creación o
creación física, el que resulta básico para comprender la calidad de las
decisiones y acciones en el día a día.
Existen varias generaciones de
aplicaciones inteligentes respecto a la administración del tiempo, cada una de
las cuales ha logrado un avance sustantivo con respecto a la anterior: Desde la
primera, basada en las notas y listas de tareas; pasando por la segunda,
apoyada en las agendas; hasta la tercera, fundamentada en la administración del
tiempo. Stephen R. Covey ha propuesto una cuarta que encuentra su sustento en
la matriz de administración personal, en la que cada actividad puede ser
clasificada según dos criterios: 1) Urgencia, aquellas actividades que
requieren una acción inmediata; y 2) Importancia, aquellas actividades que
tienen que ver con los resultados. Así, cada actividad es susceptible de clasificarse
en los siguientes cuadrantes: 1) Urgente e importante: Administración por
crisis; 2) No urgente e importante: Administración proactiva; 3) Urgente y no
importante: Administración reactiva; y 4) No urgente y no importante:
Administración inefectiva. Resulta obvio que es el segundo cuadrante el que
resulta clave para el logro de la efectividad.
Algunos ejemplos ilustrativos
sobre el hábito de la administración personal, son los siguientes:
Defina en forma prioritaria los
objetivos y metas que deberá alcanzar en el corto, mediano y largo plazo.
Decida sobre aquello que no es
urgente pero sí importante en su vida . . . y determine actuar en consecuencia.
Precise sus roles y objetivos,
esfuércese por cumplirlos . . . y renuévelos.
Establezca un modelo de conducta
que le permita ser plenamente interdependiente.
Efectivice sus resultados
definiendo previamente la jerarquía de sus obligaciones.
Trabaje y comprométase
diariamente sobre su victoria privada.
Practique a diario el uso de su
planificador (agenda) para marcar día a día la diferencia.
Cuarto habito: Piense en
ganar / ganar.
Este hábito de efectividad
ejemplifica el beneficio mutuo y ayuda poderosamente a encontrar el equilibrio
en las relaciones humanas con un sentido de bien común y equidad. Este es el
hábito que posibilita el logro de satisfacciones compartidas entre todas
aquellas personas que participan en un proceso de negociación.
Este hábito comprende el estudio
de seis paradigmas de interacción humana: 1) ganar / ganar; 2) gano / pierdes;
3) pierdo / ganas; 4) pierdo / pierdes; 5) Gano; y 6) ganar / ganar o no hay
trato. Cada uno de estos paradigmas es un modelo de relaciones humanas que
conlleva determinados objetivos y logros; sin embargo, el primer modelo de los
nombrados en una realidad interdependiente es el único viable. Este primer
modelo representa beneficios mutuamente satisfactorios, además de que supone
aprendizaje recíproco e influencia mutua. La historia de los conflictos en
todos los ámbitos psicológicos y sociales refleja la ausencia de esta
comprensión, primero, y la práctica desafortunada de las negociaciones,
después. Los procesos de negociación colectiva llevados en forma periódica
entre representaciones empresariales y sindicales reflejan, en la mayoría de
las realidades empresariales latinoamericanas, un modelo basado en el paradigma
gano / pierdes, el mismo que a la postre se convierte en un paradigma pierdo /
pierdes.
Algunos ejemplos ilustrativos
sobre el hábito del beneficio mutuo, son los siguientes:
Piense que si trata al otro como
a usted mismo le gustaría ser tratado, estaría sembrando la semilla del ganar /
ganar.
Acepte el hecho de que tanto
usted como los demás pueden y deben resultar beneficiados en una negociación.
Negocie actuando con integridad,
madurez y mentalidad de abundancia.
Decida aquello que favorezca el
bien común y la equidad.
Actúe pensando en que todos
deben beneficiarse.
Cultive una filosofía de vida
ganar / ganar en la vida familiar, laboral y social.
Estimule la inteligencia del
equipo de trabajo aportando una filosofía y conducta sustentada en ganar /
ganar.
Quinto hábito: Procure
primero comprender y después ser comprendido.
Este hábito de efectividad
describe la comunicación efectiva y conviene aplicarlo a los efectos de
desarrollar los beneficios de la inteligencia emocional y obtener un clima
social de respeto y convivencia armoniosa. Este es el hábito que sustenta la
necesidad de comprender con empatía al otro para después ser comprendido y
poder edificar relaciones interpersonales más constructivas.
Destaca muy especialmente en
este hábito la importancia de la escucha empática en el proceso de la
comunicación humana. Si bien todos los hábitos de la efectividad se encuentran
muy relacionados con la inteligencia emocional, este hábito lo está en un grado
mayor por sus propias connotaciones emocionales. Se ha comprobado a través de
diversos estudios que la escucha activa resulta para el supervisor una aptitud
crítica para obtener el éxito en su gestión. Esta escucha es con la intención
sincera de comprender profunda y realmente a la otra persona. Puede recordarse
aquí que la antigua filosofía griega reconoce el ethos, fundamento del carácter
e integridad; el pathos, base de la empatía y el sentimiento; y el logos, sustento
de la lógica y la razón.
Algunos ejemplos ilustrativos
sobre el hábito de la comunicación empática, son los siguientes:
Aprenda mentalmente a ponerse en
los zapatos del otro para empezar a comprenderlo.
Pregúntese si la calidad de su
comunicación con las personas aporta el respeto necesario y posibilita una
convivencia armoniosa.
Reconozca que para comprender al
otro deberá aprender a escucharlo . . . con la mente abierta.
Entienda al otro para
comunicarse, primero, y encontrar juntos una solución efectiva, después.
Compórtese con la necesaria
firmeza y seguridad frente a los demás para ser escuchado.
Realice depósitos constantes y
positivos en la cuenta bancaria emocional de los demás.
Aprenda a establecer una
comunicación empática escuchando y dejándose escuchar.
Sexto hábito: Sinergice.
Este hábito de efectividad
implica la interdependencia y es el producto social de individuos, familias,
equipos de trabajo y organizaciones bien integradas, productivas y creativas.
Este es el hábito que fundamenta los logros sinérgicos del trabajo en equipo,
vale decir de aquellos equipos en los que el resultado del colectivo es mayor
que la simple suma de sus integrantes. También podría afirmarse que el cociente
intelectual del equipo es mayor que el promedio del cociente intelectual de
aquellos que participan en su composición.
La sinergia es un producto
resultante de la calidad de las relaciones internas y externas de calidad
singular. Así, la sinergia intrapersonal es consecuencia de la práctica de los
tres primeros hábitos que propician la victoria privada o maestría personal; en
tanto que la sinergia interpersonal es el resultado de la práctica de los tres
segundos hábitos que generan la victoria pública o maestría interpersonal. Otra
manera de enfocar la sinergia interpersonal es considerarla como un producto de
la mentalidad de abundancia, la cuenta bancaria emocional y el esfuerzo por
procurar primero comprender. Un ejemplo notable de sinergia son los círculos de
calidad comprometidos, productivos y creativos.
Algunos ejemplos ilustrativos
sobre el hábito de la interdependencia, son los siguientes:
Sinergice actuando con
proactividad, competitividad y creatividad en su equipo de trabajo.
Seleccione la tercera idea
superior en los grupos humanos en los que participe.
Alcance nuevos logros y propicie
la innovación en su propia familia.
Supérese a sí mismo para
desarrollar cada una de las dimensiones de su personalidad y lograr una mayor
sinergia interna.
Actúe proactivamente para ayudar
a la formación de un equipo de trabajo bien integrado y productivo.
Acepte la diversidad como una
fortaleza del equipo de trabajo que se necesita explotar con inteligencia,
creatividad y sensibilidad.
Intégrese a un equipo de trabajo
sumando y multiplicando esfuerzos para alcanzar los objetivos del grupo en
forma sinérgica.
Séptimo hábito: Afile la
sierra.
Este hábito de efectividad
interpreta la mejora continua y ofrece un horizonte de superación personal en
todas y cada una de las áreas de nuestra personalidad. Este es el hábito que
permite entender el mejoramiento personal en las dimensiones física, mental,
socio-emocional y espiritual.
Stephen R. Covey denomina a este
hábito afilar la sierra por aquella historia que relata acerca de un leñador
que se encuentra en pleno bosque tratando con mucho afán de derribar árboles
con su hacha. Sin embargo, no le pasa por sus mientes que su hacha también
requiere ser afilada cada cierto tiempo para que recupere su filo y pueda
seguir brindando un buen servicio. Pues eso es precisamente lo que acontece con
las personas cuando no son capaces de hacer un alto en el camino de su vida
para recuperar nuevas energías con el descanso reparador, la lectura de
estudio, la ayuda solidaria al prójimo o la meditación. Las personas requerimos
renovación en todas y cada una las dimensiones de nuestra personalidad: física,
mental, socio-emocional y espiritual. En cualquier caso, la falta de una
apropiada renovación en estas dimensiones puede tener un elevado muy costo para
las personas.
Algunos ejemplos ilustrativos
sobre el hábito de la mejora continua, son los siguientes:
Descanse plácidamente las horas
que necesita para reponer sus energías físicas y mentales.
Lea, estudie y reflexione . . .
todavía sigue siendo una de las maneras más inteligentes de informarse,
educarse y cultivarse.
Mejore todo lo que realiza,
siempre existirá la posibilidad de mejorar.
Aliméntese en forma nutritiva y
sana para estar siempre en buena forma.
Desarrolle su carácter
expresando en su conducta principios y valores positivos.
Ofrézcase a sí mismo la
posibilidad de renovarse en todos las dimensiones de su personalidad.
Cultive una vocación de servicio
sirviendo a los demás con amor.
ESTABLECER PRIMERO LO PRIMERO
Creo que este habito lo utilizo
por ejemplo en mi carrera, establezco primero lo primero al tener objetivos a
corto plazo y después metas a largo plazo, por ejemplo mi objetivo inmediato es
pasar el segundo parcial, y después pasar el semestre, una meta a largo plazo
es obtener mi titulo. Para después poder ejercer mi carrera y sostenerme de
ella.
Pero creo que si no estableciera
primero echarle ganas para ir pasando poco a poco los parciales pues nunca
llegaría a mi meta a largo plazo.
O por ejemplo cuando tengo que
estudiar muchísimo para un examen que esta muy difícil, pero por otra parte me
invitan a una fiesta o a la disco, si yo fuera a la fiesta, seguramente
reprobaría la materia y eso seguramente me causaría muchos conflictos, y además
obstruirían de forma inmediata el desarrollo de mis metas; entonces seguramente
tendría que aprender a decirles “no” a mis amigos de la fiesta, para de esta
manera poder estudiar y poder pasar mi examen.
También llevo una organización
por ejemplo con mi libreta de tareas, con la cual, voy viendo que es lo que
tengo que hacer, y de esta manera me voy organizando en pequeñas tareas, y de
esta manera se llega mas fácil al objetivo que si hiciera todo de un jalón, por
ejemplo si un día antes del examen me pusiera a hacer mis trabajos y aparte a
estudiar, seguramente no haría bien ninguna de las dos cosas.
En lo que se refiere a la
delegación de trabajos, tal vez esta se da a veces cuando se trabaja en equipo,
por ejemplo a veces para hacer la tarea mas fácil nos repartimos el trabajo, de
esta manera, las personas del equipo nos trabajamos tanto, y el trabajo se hace
de una manera equitativa, que a la mejor si nos reuniéramos en equipo para
hacerlo conjuntamente, tal vez perderíamos tiempo y tardaríamos mas en
realizarlo.
SINERGIA
Este habito lo ocupo por ejemplo
en mi familia cuando se va a tomar una decisión o se va a realizar algo, es
mejor si lo realizamos juntos que si cada quien lo realiza por su lado, ya que
la suma de las fuerzas hace mas efectivo el trabajo.
Esto también llega a ocurrir por
ejemplo dentro de la escuela, en algunas ocasiones los maestros tal vez por su
forma de dar la clase, propician que todos participemos, y de esta manera se
enriquece la clase, ya que es mas interesante muchas veces saber de las
experiencias de nuestros compañeros que nos ayuden a entender el tema. Y por
ejemplo los maestros que no propician esto, muchas veces sus clases se vuelven
aburridas y tediosas ya que no existe sinergia dentro del grupo, y no se llega
a un trabajo mas enriquecedor, por que el único que habla es el maestro.
Otro ejemplo puede ser el que
daba anteriormente del trabajo en equipo, cuando existe verdadera colaboración
entre los miembros del equipo se pueden llegar a hacer trabajos realmente
interesantes, en contraste de cuando se trabaja individualmente; ya que por
ejemplo las ideas que tiene uno, la otra persona las puede enriquecer.
Es importante reconocer que
entre los miembros de un salón o equipo pueden llegar a haber diferencias, pero
que estas si se aprovechan positivamente y se respetan es mas eficiente. Que
utilizamos esas diferencias con el fin de discutir y échaselas en cara a la
otra persona.
CONCLUSIONES
Como ya lo había mencionado al
inicio del trabajó, leer este libro me pareció muy interesante, ya que son
buenos hábitos, que al menos yo debería de tratar de fomentar mas en mi
persona, ya que ayudan desde organizar tu tiempo, como llevar una mentalidad de
hacer bien todo lo que haces y de concluir las cosas con éxito.
Además de que es un libro muy
fácil de comprender y hábitos que son igualmente fácil de aplicarse desde la
vida cotidiana, que creo que seria el mejor momento de aplicarlos, ya que las
cosas pequeñas que vamos haciendo todos los días son las que forman y moldean
toda nuestra vida.